Ingredientes:
1 kg / 2 lb de pork belly
Aceite vegetal
Sal gruesa y pimienta negra recién molida
Corta la piel del cerdo superficialmente en cuadros de
1 cm, hasta llegar a la grasa.
Espolvorea generosamente con sal y refrigera descubierto por al menos dos horas. Esto va a extraer la humedad y hará que la piel quede súper crujiente. Al sacar de la nevera, sécalo con toallas de papel. Precalienta el horno a 390°F/200°C.
Frota la piel con un poco de aceite y espolvorea de
nuevo con sal y pimienta. Coloca el cerdo con la piel hacia abajo en una bandeja
para hornear, cubre con papel parafinado y encima coloca una bandeja o sartén
pesado para aplastar el cerdo.
Hornea durante una hora. Luego quita el peso y el
papel, voltea el cerdo para que la piel quede arriba, y hornea destapado unos
10 minutos más.
Deja descansar el cerdo unos minutos y córtalo en
rebanadas de 0.5 a 1 cm de grosor. Para agregar otro nivel de sabor, puedes
sellar las rebanadas en una plancha caliente.
Puedes acompañarlo con ensalada, o dentro de un
sándwich, o en una sopa estilo asiático. Enjoy!!
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